Germinar desde los márgenes: Intervenciones.
¿Cómo se entrelazan los ciclos naturales con los procesos del cuerpo seropositivo? ¿Qué posibilidades de vida, memoria o resistencia emergen al sembrar, cuidar o intervenir en esta tierra compartida?
***
Esta propuesta curatorial se articula en torno a una serie de intervenciones artísticas realizadas por artistas seropositivos de América Latina, tomando como eje material y simbólico una maceta ubicada al interior de nuestra aula. La maceta, entendida aquí no como simple objeto utilitario, sino como dispositivo de reflexión crítica, opera como contenedor y catalizador de interrogantes en torno a la relación entre el VIH y la naturaleza.
Lejos de recurrir a narrativas unívocas o representaciones estigmatizantes, el proyecto propone un marco abierto en el que cada artista es invitade a explorar, desde su singularidad, cómo se entretejen los discursos sobre el cuerpo seropositivo, lo orgánico, lo viral, lo ecológico y lo viviente. Esta apertura busca desplazar las lógicas dogmáticas que históricamente han acompañado tanto al discurso médico como a ciertas formas de representación del VIH, privilegiando en su lugar una aproximación situada, especulativa y afectiva.
Las intervenciones pueden adoptar múltiples formas —desde acciones performativas hasta procesos instalativos o gestos efímeros— y no responden a una estética uniforme ni a un mandato narrativo. En cambio, se conciben como prácticas de enunciación que, al activarse en diálogo con la tierra contenida en la maceta, abren la posibilidad de pensar el cuerpo seropositivo no solo como lugar de control, sino también como espacio fértil de agencia, vulnerabilidad, imaginación y resistencia.
La maceta se vuelve así un territorio de experimentación donde germinan preguntas:
***
Esta propuesta curatorial se articula en torno a una serie de intervenciones artísticas realizadas por artistas seropositivos de América Latina, tomando como eje material y simbólico una maceta ubicada al interior de nuestra aula. La maceta, entendida aquí no como simple objeto utilitario, sino como dispositivo de reflexión crítica, opera como contenedor y catalizador de interrogantes en torno a la relación entre el VIH y la naturaleza.
Lejos de recurrir a narrativas unívocas o representaciones estigmatizantes, el proyecto propone un marco abierto en el que cada artista es invitade a explorar, desde su singularidad, cómo se entretejen los discursos sobre el cuerpo seropositivo, lo orgánico, lo viral, lo ecológico y lo viviente. Esta apertura busca desplazar las lógicas dogmáticas que históricamente han acompañado tanto al discurso médico como a ciertas formas de representación del VIH, privilegiando en su lugar una aproximación situada, especulativa y afectiva.
Las intervenciones pueden adoptar múltiples formas —desde acciones performativas hasta procesos instalativos o gestos efímeros— y no responden a una estética uniforme ni a un mandato narrativo. En cambio, se conciben como prácticas de enunciación que, al activarse en diálogo con la tierra contenida en la maceta, abren la posibilidad de pensar el cuerpo seropositivo no solo como lugar de control, sino también como espacio fértil de agencia, vulnerabilidad, imaginación y resistencia.
La maceta se vuelve así un territorio de experimentación donde germinan preguntas:
¿Cómo habita el VIH la materialidad de lo vivo? ¿Qué temporalidades comparten un cuerpo medicado y un proceso de germinación? ¿Es posible pensar una ecología del virus que desborde las metáforas biomédicas tradicionales?
En este sentido, cuando enunciamos germinar desde el margen no buscamos clausurar sentidos, sino habilitar un campo de resonancias en el que lo vegetal y lo viral, lo íntimo y lo colectivo, lo político y lo sensible puedan coexistir en una práctica curatorial comprometida con formas de vida que se han enfrentado históricamente a la exclusión, el silencio y la invisibilidad.